viernes, 15 de julio de 2011

Cansancio...

No creo poder más. Ya estoy muy agotado, y seguir existiendo no se ve agradable. No, no hablo de suicidarme ni nada - eso es la muerte de la carne. Pero quizás... Oh, no sé lo que digo. Que placer sería existir en soledad el día de hoy. En la agobiante desesperanza, desilusión, impotencia del día de hoy y ahogarme en ellas sin nadie alrededor. 
Donde todo sea silencio. Donde el sueño y el despertar sean uno solo, un mundo onírico de blanco fantasioso. 
Pero no puede ser así, no. Tendré que lidiar con todos con la existencia del resto circundando. Corrijo lo anterior, no es que yo quiero dejar de existir, ojalá todos se evaporasen en el aire excepto yo.
Al rato me cansaría. Podría ver lo enfermizo que ven en mí los demás, lo incorrecto y lo sucio, y sentiría una repulsión tal que me vería olvidado a abandonarme a mi mismo.
Que placer sería ver el mundo desde afuera, ser un narrador testigo no partícipe del tiempo, y sólo observar el funcionamiento del mundo.

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